A lo largo de más de 25 años de experiencia laboral en el sector de las artes gráficas. He trabajado en diferentes empresas, en las cuales, para poder ocupar el puesto ofertado he tenido que afrontar, más de una vez, un proceso de selección.
Este proceso es unas veces más complicado que otras. Depende del tipo de empresa, su volumen, la responsabilidad del puesto o la premura de tiempo. Me refiero, con esto último, a que hay veces que se trata de un puesto vacante que la empresa en concreto tiene necesidad en cubrir urgentemente o, en ocasiones, se crea un nuevo puesto de trabajo, para cubrir a largo plazo, y el proceso de selección se alarga durante meses. Es decir, se busca con lupa al candidato o candidata hasta que se da con la persona adecuada.
No todas las empresas se pueden permitir un departamento de recursos humanos que realice una entrevista con técnicas profesionales. Esto solo está reservado a grandes empresas de un centenar de trabajadores o más... La mayoría de las veces, cuando una empresa tiene, entre cincuenta y cien trabajadores, nos encontramos con una persona del departamento de administración encargada de Personal. Actualmente la practica mas extendida es la externalización de este servicio a agencias de colocación. Siendo estas las que se encargan de la recepción y gestión de currículums y la selección de personal.
Esto supone que, en caso de que una de estas empresas te reclame para hacerte una primera entrevista, vayas un poco a ciegas, puesto que nunca te desvelan de que empresa se trata, si es que no eres uno de los tres candidatos finales.
Conservo buenos recuerdos de algunos de los responsables de Recursos Humanos de algunas de las empresas en las que he trabajado. De otro, mejor no hablar. Ahora bien, desde estas humildes líneas, quiero hablar de Jaume Bolart, jefe de Recursos Humanos de Mediaflex. Una empresa dedicada a la fabricación de Clisés Flexográficos para Packaging, que fue lider del sector en España hasta que fue absorbida por Chemence, un gigante mundial. Recuerdo a Bolart como todo un caballero en el trato personal y como se desenvolvía ante las dificultades, defendiendo a sus trabajadores ante un ERE acuciante, defendiendo nuestros derechos, preocupándose por nuestra formación continua... todo un profesional.
Bueno os dejo un link de una película francesa que rompió muchos tópicos sobre este difícil trabajo Recursos Humanos, ópera prima de Laurent Cantet (1999), en la que Frank, estudiante en París de administración de empresas, vuelve a casa de sus padres para hacer una práctica en el departamento de recursos humanos de la fábrica en que su padre lleva de obrero 30 años. Con sus conocimientos debe llevar adelante un estudio para la implantación de una jornada de trabajo de 35 horas, sin embargo, en el camino se dará cuenta que su estudio será una escusa para realizar una reestructuración que contempla el despido de numerosos trabajadores entre ellos su padre.
Temas de reflexión que podemos encontrar en esta película: utilización enmascarada de los estudios laborales, inserción de jóvenes profesionales en las empresas, pérdida de confianza en las relaciones laborales, lealtades al interior de las organizaciones.
Espero vuestros comentarios...